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HISTORIA

EL GRAN INCENDIO (4 )

 
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Martes

El martes 4 de septiembre, fue el día de mayor destrucción. El puesto de mando del Duque de York en Temple Bar, tenía la intención de detener el fuego del oeste que avanzaba hacia el Palacio de Whitehall. Colocando sus bomberos desde el Puente Fleet y dirigiéndose hacia el Támesis esperaba que el River Fleet, una corriente de agua, hiciera de cortafuegos natural.

Daños del fuego el 4 de septiembre en Londres
Daños aproximados en la tarde del martes 4 de septiembre

Sin embargo, en la madrugada del martes las llamas pasaron por encima del Fleet, impulsado sin cesar por el viento hacia el este y obligando a los bomberos a salir de allí. Hubo mucha consternación en el palacio ya que el fuego continuaba implacable hacia el oeste: “¡Oh, la confusión que hubo después en la corte!” Escribió Evelyn.

Por fin con un plan de trabajo, el equipo anti-incendios de James creó un gran cortafuegos en el norte de la conflagración. Este cortafuego contuvo el fuego hasta la tarde, cuando las llamas la cruzaron y comenzaron a destruir todas las tiendas de lujo de la calle de Cheapside.

Retrato de James el Duque de York
James, el duque de York, más tarde
sería James II

Todo el mundo pensó que la Catedral de St. Paul era un refugio seguro, con sus gruesos muros de piedra y su cortafuego natural en forma de amplia plaza. El lugar se encontraba repleto de mercancías y su cripta estaba llena de objetos como libros de las librerías cercanas. Sin embargo, un enorme golpe de mala suerte hizo que el edificio estuviera cubierto de andamios de madera, debido a una restauración que estaba llevando a cabo el entonces desconocido Christopher Wren. Los andamios se quemaron el martes por la noche. El joven William Taswel, que no había ido de la escuela y se encontraba en las escaleras de Westminster a una milla de distancia, vio como las llamas se arrastraban alrededor de la catedral y el andamiaje hizo que se iniciara la quema de las vigas del techo de madera de la Catedral.

 

En una media hora, el techo se derretía, y los libros y papeles que se encontraban en la cripta fueron atrapadas por las llamas. La catedral se convirtió en una ruina rápidamente.

Durante el día, las llamas comenzaron a moverse desde el vecindario de Pudding Lane hacia la casa de Pepy en Seething Lane y la Torre de Londres donde había almacenes de pólvora. Después de esperar todo el día por la solicitada ayuda de la brigada de bomberos de James quien estaba muy ocupado en la zona oeste, la guarnición de la Torre tomó el asunto en sus propias manos y creó un cortafuego mediante la voladura a gran escala de varias casas cercanas, deteniendo así el avance del fuego.

Cuadro con la catedral de St Paul en llamas
Ludgate en llamas con la Catedral de St Paul a distancia. Pintura de óleo de 1670

Miércoles

El viento cayó en la noche del martes, y el cortafuego creado por la guarnición comenzó finalmente a surtir efecto el miércoles 5 de septiembre. Pepys recorrió toda la ciudad ardiendo y se subió al campanario de la iglesia de Barking, desde donde vio toda la ciudad destruida, “el más triste espectáculo de desolación que he visto nunca”. Había muchos incendios separados que todavía seguían vivos, pero el incendio había terminado. Pepys visitó Moorfields, un gran parque público inmediatamente al norte de la ciudad, y vio un gran campamento de gente sin hogar, además de percatarse que el precio del pan en los alrededores había duplicado su precio. Evelyn también salió a Moorfields, que se estaba convirtiendo en el principal punto de reunión para las personas sin hogar, y se horrorizó ante el número de personas que había, algunos en tiendas de campaña, otros en chozas improvisadas. Los temores por los terroristas extranjeros y por la supuesta invasión francesa y holandesa eran todavía muy altos entre las víctimas traumatizadas, y en la noche del miércoles hubo un brote de pánico general en los campamentos en Parliament Hill, Moorfields y Islington.

Una luz en el cielo sobre la calle Fleet Street comenzó una historia sobre 50.000 inmigrantes franceses y holandeses, que suponían habían ocasionado el fuego, y se dirigían hacia Moorfields para terminar lo que el fuego había comenzado: cortar las gargantas de los hombres, violar a las mujeres, y robar todas las posesiones. La multitud asustada cayó sobre todos los extranjeros que encontraban, y según Evelyn, con grandes dificultades las Bandas Entrenadas, las Tropas de la Guardia y miembros de la corte consiguieron retener a la población.

El estado de ánimo era tan inestable que Charles temía una escala completa de rebelión contra la monarquía. La producción y distribución de alimentos se había interrumpido hasta el punto de que ya no existía. Charles anunció que el suministro de pan llegaría a la ciudad todos los días, y habría mercados seguros en la periferia. Estos mercados serían mercados de compra y venta, y no como centros de distribución de ayuda por emergencia.

REPERCUSIONES

Un ejemplo de la necesidad de identificar chivos expiatorios por el fuego fue la aceptación de la confesión de un sencillo relojero francés, Robert Hubert, quien afirmó que era un agente del Papa y que había comenzado el Gran Incendio en Westminster. Más tarde modificó su relato para decir que había comenzado el incendio en la panadería de Pudding Lane. Hubert fue condenado, a pesar de ciertas dudas en sus alegaciones, y fue ahorcado en Tyburn el 28 de septiembre de 1666. Tras su muerte, se hizo evidente que había llegado a Londres dos días después de que empezara el incendio. Las acusaciones de que los católicos habían iniciado el fuego fueron utilizadas como propaganda política por los oponentes de los pro-católicos de la corte de Charles II, y mayoritariamente durante el “Popish Plot (una supuesta conspiración católica que pretendía matar al rey Charles II)” y la posterior crisis de sus reinado.

En el extranjero el Gran Incendio de Londres fue visto como un castigo divido, y Dios castigaba a los ingleses por el “Holmes´s Bonfire”, los incendios provocados en poblaciones holandesas tres semanas antes durante la Segunda Guerra Anglo-Holandesa.

En el caos y los disturbios tras el incendio, Charles II temió otra rebelión en Londres. Alentó a las personas sin hogar para que abandonaran Londres y se instalaran en otro lugar proclamando que “todas las ciudades sin ningún tipo de contradicción recibirían a aquellas personas en dificultades y les permitirían el libre ejercicio de sus oficios”. Se creó un tribunal especial de bomberos para tratar los conflictos entre inquilinos y propietarios, así como para decidir quien debía reconstruir, basado en la capacidad de pago. El tribunal se reunió desde febrero de 1667 hasta septiembre de 1672. Los casos fueron escuchados dando normalmente un veredicto en el mismo día, aunque largas disputas legales fuera de este tribunal retrasaban seriamente la reconstrucción, la cual era muy necesaria para la ciudad. Alentada por Charles, surgió la idea de realizar una reconstrucción radical. Si todo se hubiera reconstruido bajo esos planes, Londres podría haber rivalizado con Paris en su magnificencia barroca. La Corona y las autoridades municipales trataron de establecer a quien pertenecían todas esas casas y esos terrenos, a fin de negociar con sus propietarios sobre la compensación y la remodelación a gran escala que suponían esos planes, pero esta idea poco realista tuvo que ser abandonada. Las exhortaciones para conseguir obreros y medir los terrenos donde se encontraban esas casas fueron ignoradas por la gente, la cual estaba más preocupada en sobrevivir día a día, o había quienes ya habían abandonado la ciudad. Por otro lado, la escasez de mano de obra después del incendio, hizo imposible encontrar obreros para las obras.

Con las complejidades en el tema de la propiedad, ninguno de los grandes planes barrocos con plazas y avenidas pudo realizarse. No había nadie con quien negociar, y no había ninguna manera de calcular cuanta compensación debía ser pagada.

Periodico antiguo mostrando noticias del fuego de Londres
El "Londoners Lamentation" publicado en 1666
hablando sobre el fuego

Antiguos planes de John Evelyn
Planes de John Evelyn que no se llevaron a cabo para la reconstrucción radical de la City de Londres

En cambio, gran parte del trazado de las antiguas calles fueron recreadas en la nueva ciudad, con mejoras en el tema de la higiene y la seguridad contra incendios, con calles más anchas, accesibles embarcaderos a los largo del Támesis, sin casas que pudieran obstruir el acceso al mismo, y lo más importante, con edificios hechos de ladrillo y piedra en vez de aquellas hechas de la madera. Los nuevos edificios públicos fueron creados en los sitios de sus predecesores, siendo quizá el más conocido la Catedral de St Paul, así como sus primos más pequeños, las 50 nuevos iglesias de Christopher Wren.

Por iniciativa de Charles se diseñó un monumento para recordar el Gran Incendio de Londres, que fue diseñado por Christopher Wren y Robert Hooke, el cual fue erigido cerca de Pudding Lane. Se trata de un monumento de 61 metros de altura conocido como “The Monument”, y es un punto de referencia importante dentro de la ciudad. En el año 1668 las acusaciones contra los católicos se añadieron a la inscripción del monumento donde podía leerse:

“Aquí con permiso del cielo, el infierno se desencadenó sobre esta ciudad protestante… el más terrible incendio de esta ciudad, iniciado y desarrollado por la traición y la malicia de la facción papista… El frenesí papista que forjó tanto horror, no se ha apagado todavía…”

Aparte de los cuatro años de reinado de James II desde 1685 hasta 1689, esta inscripción permaneció en ese sitio hasta 1830 y hasta que se aprobó el Acta de Emancipación Católica.

Otro monumento, el “Goleen Boy of Pye Corner” en Smithfield, marca el lugar donde el fuego se detuvo. Según la inscripción, el hecho de que el fuego se iniciara en Pudding Lane y se detuviera en Pye Corner era una indicación que el fuego era una prueba de la ira de Dios sobre la ciudad de Londres por el pecado de la gula.

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Se cree que la Gran Peste de 1665  mató a una sexta parte de los habitantes de Londres, o sea unas 80.000 personas, y a veces se sugiere que estas epidemias de peste no volvieron a repetirse después del incendio, por lo que el fuego en realidad salvó muchas vidas a largo plazo quemando las casas insalubres llenas de ratas y pulgas que transmitían la enfermedad. Los historiadores discrepan si el fuego jugó un papel en la prevención de posteriores brotes importantes. El sitio web del Museo de Londres afirma que si había una relación, mientras que el historiador Roy Porter señala que el fuego dejó más insalubres muchas partes de Londres, los barrios de los suburbios, que eran tugurios donde no se podía ni entrar. Ciertas explicaciones epidemiológicas explican que se observó una desaparición de la enfermedad en casi todas las ciudades europeas, más o menos durante la misma época.

The Monument conmemora el Gran Incendio de Londres
"The Monument" para conmemorar el Gran Incendio de Londres diseñado por Sir Christopher Wren

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