Celtas y Romanos

La evidencia arqueológica nos muestra que el lugar la principal fuente de los Baños Romanos fue tratado como santuario por los Celtas, y fue dedicado a la diosa Sulis quien los Romanos identificaban como Minerva.

Sin embargo, el nombre de Sulis se siguió utilizando después de la invasión romana, ya que su nombre romano fue “Aquae Sulis (literalmente “el agua de Sulis”)”.

Los mensajes en un metal rayado, conocido como tablillas, ha sido recuperado de las fuentes sagradas por los arqueólogos.

Estas tablillas fueron escritas en latín, y normalmente presentan maldiciones hacia gente quienes el escritor sentía que habían sido tratados injustamente.

Por ejemplo, si a un ciudadano le habían robado sus ropas en los baños, éste podía escribir una maldición en las tablillas nombrando a los sospechosos para que pudiera ser leído por la Diosa Sulis Minerva.

El templo fue construido entre los años 60 y 70 d.C. y el complejo de baños fue gradualmente construido en los siguientes 300 años. Durante la ocupación romana en Gran Bretaña, y posiblemente bajo las instrucciones del Emperador Claudio, los ingenieros pusieron grandes cantidades de roble dentro del barro para proporcionar una base estable que rodeara las fuentes. En el siglo II, las fuentes fueron encerradas en una bóveda construida de madera, la cual albergó el caldarium (baño caliente), el tepidarium (baño caliente), y el frigidarium (baño frío). Se le proporcionó a la ciudad de murallas defensivas, probablemente en el siglo tercero. Después de la retirada de los romanos en la primera década del siglo V, los baños cayeron en desuso y se fueron perdiendo con el tiempo debido a la sedimentación.

Epoca post-romana y sajona

Bath es una localidad donde pudo haber sido el lugar de la batalla de Mons Badonicus (sobre el año 500 d.C.), donde se dice que el rey Arthur fue derrotado por los sajones, aunque esta afirmación es discutida. La crónica anglo-sajona menciona a Bath cayendo bajo los Sajones del oeste en el año 577, después de la batalla de Deorham. Los anglo-sajones llamaron a la ciudad como Badum o Badon, que significa “en los baños”, y de aquí proviene su actual nombre. En el año 675, el rey de Hwicce, estableció una casa monástica en Bath, probablemente usando la zona amurallada como su recinto. El poema anglo-sajón conocido como “The Ruin” llega a describir el aspecto de este lugar romano durante esa época.

El rey Offa de Mercia obtuvo el control de este monasterio en el año 781 y lo reconstruyó en una iglesia, la cual fue dedicada a San Pedro. Hacia el siglo IX, el diseño o modelo de las antiguas calles romanas se habían perdido y Bath se convirtió en una posesión real, con el rey Alfred trazando un nuevo pueblo y dejando el cuadrante sureste como el distrito de la Abadía. Edgar de Inglaterra fue coronado rey de Inglaterra en la Abadía de Bath en el año 973.

Epoca Normanda, Medieval y Tudor

El rey William Rufus concedió a la ciudad un facultativo real, John de Tours, quien se convirtió en Obispo de Wells y Abad de Bath en 1088. Fue una política papal que los obispos se trasladaran a asentamientos urbanos, y fue cuando se traslado de Wells a Bath. Este obispo planeó y comenzó una iglesia mucho más grande como su catedral, a la cual se añadió a priori lo que sería su palacio, el palacio del obispo. Se construyeron nuevos baños alrededor de las fuentes termales. Sin embargo, los obispos regresarían más tarde a la sede episcopal de Wells, mientras se conserva el nombre de Bath en su título, obispo de Bath y Wells.

En el siglo XV, la iglesia abadía de Bath estaba gravemente deteriorada y necesitaba una reparación. El rey Oliver, obispo de Bath y Wells, decidió en el año 1500 reconstruirla en una escala pequeña. La nueva iglesia se terminó justo unos pocos años antes que el priorato de Bath fuera disuelto en el año 1539 por Henry VIII. En la época Isabelina la abadía se restauraría como la iglesia parroquial de la ciudad, cuando la ciudad experimentó un renacimiento como spa. Los baños fueron mejorados considerablemente y la ciudad comenzó a atraer a la aristocracia. Se le concedió a Bath el estatus de ciudad por la reina Elizabeth I en al año 1590.

Tiempos más actuales

Durante la guerra civil inglesa, la Batalla de Lansdowne se libró el 5 de julio de 1643 en la zona norte de las afueras de la ciudad. Thomas Guidott, quien había sido un estudiante de química y medicina en el colegio de Oxfor Wadham College, se trasladó a Bath y empezó a ejercer en 1668. Thomas se interesó por las propiedades curativas de las aguas y escribió “Un discurso del Baño y las aguas termales” y “Algunas consultas sobre la naturaleza del agua” en el año 1676. Esto ocasionó que las propiedades saludables de las aguas termales llamara la atención del resto del país, y muy pronto la aristocracia se acercó a la ciudad.

Varias zonas de la ciudad experimentaron gran desarrollo durante el periodo Stuart, y esto se incrementó durante la época georgiana, como respuesta al incremento de visitantes a esta ciudad balneario, las cuales necesitaban alojamiento. Los arquitectos John Wood y su hijo establecieron nuevos barrios en calles y plazas, y fachadas que daban la impresión de cierta escala palaciega y decorado clásico. La mayoría de la piedra que se utilizó para la construcción de gran parte de la ciudad se obtuvo de las minas propiedad de Ralph Allen. Para promocionar la calidad de la piedra de su cantera, Allen mandó construir a John Wood su propia casa de campo en su propio terreno entre la mina y la ciudad, en Prior Park. Además Allen fue responsable de la mejora y la ampliación del servicio postal en el oeste de Inglaterra, por el que mantuvo un contrato por más de cuarenta años. Aunque no le gustaba la política, Allen era un hombre con conciencia cívica, y sirvió como miembro de la Corporación de Bath durante muchos años. Incluso fue elegido alcalde de la ciudad durante un mandato en 1742, a la edad de 50 años.

A principios del siglo XVIII, Bath adquirió su primera propuesta de construir un teatro, el Teatro Real, junto a los Baños romanos. El maestro de ceremonias, Beau Nash, quien presidía la vida social de la ciudad desde el año 1705 hasta su muerte en 1761, elaboró un código de conducta para los espectáculos públicos.

Tiempos modernos

La población de la ciudad de Bath que había llegado a 40.020 habitantes en el momento del censo de 1801, hizo que fuera una de las ciudades más grandes de Gran Bretaña.

El emperador Haile Selassie I de Etiopia pasó los cuatro años de su exilio, desde 1936 a 1940, en la casa Fairfield House en Bath. Durante la Segunda Guerra Mundial, entre la noche del 25 de abril y la mañana del 27 de abril de 1942, Bath sufrió tres ataques aéreos en represalia por las incursiones de las Fuerzas Aéreas Británicas sobre las ciudades alemanas de Lübeck y Rostock. En estos ataques murieron más de 400 personas, y más de 19.000 edificios sufrieron daños o se destrozaron completamente. Las casas en el Royal Crescent, Circus y Paragon fueron incendiados, mientras que la parte sur de la plaza Queen Square fueron destruidas.

Después de la guerra se realizó una revisión in-adecuado y una remodelación de gran parte de la ciudad que era bastante diferente al propio estilo georgiano de Bath. En la década de 1950, las poblaciones cercanas de Combe Down, Twerton y Weston fueron incorporados dentro de Bath para permitir su desarrollo en nuevas viviendas. En los años 70 y 80 se reconoció que la conservación de los edificios históricos fue insuficiente. En el año 1987 la ciudad fue seleccionada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo su importancia cultural internacional.




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